cuidado de ancianos madrid

Los pacientes polimedicados son aquellas personas con una o varias enfermedades, por lo general crónicas, que toman varios medicamentos. A veces, más de los clínicamente apropiados. Una de las consecuencias del envejecimiento de la población que afrontamos como empresa de cuidado de ancianos en Madrid.

En la polimedicación influyen factores psicológicos, biológicos, sociales y sanitarios. Para abordar este tipo de situaciones se han de tener en cuenta estos factores. Diferentes tipos de polimedicación:

  • Polimedicación inadecuada: se toman más fármacos de los necesarios.
  • Polimedicación adecuada: se toman los fármacos adecuados con la indicación clínica.
  • Polimedicación frágil.

Los problemas relacionados con los medicamentos están, generalmente, vinculados al tratamiento farmacológico del paciente. Por eso, pueden interferir en los resultados esperados. Normalmente, con interacciones y reacciones adversas entre medicamentos. Es imprescindible la coordinación entre los diferentes profesionales sanitarios. En concreto, entre los siguientes:

  • Médicos de familia: coordinando y controlando los fármacos.
  • Geriatras: dando instrucciones y pautas sobre nuevos fármacos.
  • Personal de enfermería: dando pautas sobre la administración y detectando eventuales problemas en los tratamientos.
  • Trabajadores sociales: creando planes de intervención social que ayuden a cumplir mejor con las terapias.
  • Auxiliares de ayuda a domicilio/cuidadores: preparando y administrando la medicación al paciente.
  • Familiares: implicándose en la enfermedad y en su tratamiento.

Una consecuencia del aumento de la esperanza de vida

El aumento de la esperanza de vida viene de la mano de una mayor presencia de patologías crónicas y degenerativas. De ahí la alta presencia de ancianos polimedicados. La polimedicación entraña un riesgo para la salud y la calidad de vida, asociándose a una mayor mortalidad y dependencia.

El número total de fármacos es el principal factor asociado a la aparición de efectos adversos, interacciones, errores de medicación e incumplimiento de las pautas. Además, incrementa el riesgo de prescripción inapropiada, hospitalización y muerte. La polimedicación y sus consecuencias son un problema prioritario de salud pública. Hay que revisar sistemáticamente tratamientos, el uso de fármacos, la educación sanitaria y la utilización de medidas de apoyo terapéuticas.

Es lo que se llama cooperación interdisciplinar. No en vano, la seguridad del paciente es esencial en la calidad asistencial. Por eso hay que trabajar en la implantación de prácticas seguras en centros sociosanitarios, promover la cultura de la seguridad y prácticas seguras que favorezcan unos cuidados de calidad.

Se considera que un paciente está polimedicado cuando ingiere al menos seis fármacos de forma crónica. Por cualquier vía (oral, inhalada, tópica…). Algo frecuente en mayores de 65 años. Este grupo es el que más enfermedades crónicas acumula, su demanda asistencial en atención primaria es tres veces superior a la media y consume más del 30% de los medicamentos que se prescriben, generando el 75% del gasto farmacéutico.

Control y vigilancia

En muchos casos las enfermedades crónicas requieren un seguimiento pautado y un cuidado constante con enfermeras a domicilio en Madrid. El riesgo de sufrir efectos adversos e interacciones se multiplica por cuatro al tomar ocho fármacos.

Por otro lado, la adherencia terapéutica, el cumplimiento o no del tratamiento, puede resultar compleja debido a que la ingesta de cada fármaco es diferente. Esto implica que el paciente mayor tenga que hacer un esfuerzo importante para recordar cómo ha de administrarse cada producto.

En resumen, en Servisalud recordamos que los pacientes polimedicados mayores necesitan un seguimiento pautado y controlado que permita evaluar si se están haciendo bien las ingestas y analizar los efectos secundarios e interacciones. Se tiene que efectuar una evaluación clínica para ver si la dosis, las pautas y la duración son las indicadas. Además, hay que tener en consideración las condiciones globales de salud del enfermo.

Es la manera de detectar una polimedicación inadecuada. A veces se trata de enseñar a los pacientes a seguir las pautas médicas a través de la educación. Con estos controles periódicos, las personas mayores polimedicadas podrán aumentar su calidad de vida.

Entradas recomendadas

Aún no hay comentarios, ¡añada su voz abajo!


Añadir un comentario

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *