Una de las labores que desarrollamos en Servisalud, en el cuidado de de personas mayores en Madrid es ayudarles a mantener una correcta higiene. Esta es básica para que pueda disfrutar de calidad de vida. La higiene abarca diferentes aspectos, desde la ducha a la higiene bucodental, la hidratación y los cuidados de belleza. El aseo y la higiene se relacionan directamente con la salud. Pero, no debemos perder de vista que la autoestima está también muy ligada al aspecto personal.
Se deben establecer unas rutinas saludables de higiene
El estado de salud general del anciano y su capacidad de movilidad determinarán el tipo de ayuda que habrá que darle en el proceso de aseo. Una persona encamada o una persona con un gran grado de dependencia no podrá asearse por sí misma. En nuestra labor de cuidado de mayores en Madrid entendemos que la higiene de las personas y las de su entorno están relacionadas.
Para las personas mayores es muy importante mantener rutinas que se basen en hábitos saludables, y contar con una enfermera a domicilio en Madrid que le ayude a asearse si sufre de problemas de movilidad. A veces, las limitaciones que van surgiendo por la edad o por las patologías aparejadas hacen que labores relativamente sencillas, como el aseo, puedan resultar complicadas, por eso es importante la labor del cuidado de las personas mayores.
Bañarse o ducharse de manera regular es uno de los aspectos básicos de la higiene. Para los ancianos, los expertos recomiendan duchas o baños al menos tres veces a la semana. También se aconseja utilizar jabones o geles neutros que respeten el Ph de la piel y no la irriten. Se debe lavar y también secar la piel con suavidad, asegurándose de que no quede humedad entre los pliegues.
Es importante contar con espacios seguros a la hora del baño. Estos deben ser amplios, hay que asegurarse de tener a mano todo lo que vamos a necesitar. También debe vigilarse la temperatura idónea de la habitación. Las barras que facilitan el agarre y las sillas especiales para el baño pueden ayudar mucho la labor para aquellas personas que no tienen una buena movilidad.
El cuidador debe mantener una comunicación fluida con el anciano
La comunicación con la persona debe ser constante y se le debe permitir hacer por sí mismo todo aquello que su movilidad le permita. Tras el baño, es muy recomendable aplicar crema hidratante por todo el cuerpo. La piel de los ancianos es delicada y más sensible a la irritación. Se debe prestar más atención a zonas como los codos, las rodillas o los talones.
El aseo de las personas encamadas es mucho más delicado. El cuidador debe asegurarse de tener a mano todo lo que va a necesitar antes de comenzar la tarea. Cada parte del cuerpo debe lavarse por separado, de modo que no se lavará la siguiente hasta que la primera esté limpia y seca. Además, en este caso es de suma importancia la aplicación de crema hidratante especialmente en zonas como la espalda, los glúteos y los talones.
Otro apartado destacado es la higiene bucodental. Los dientes deben lavarse después de cada comida, lo ideal es utilizar cepillos de cerdas blandas y pasta de dientes que contenga flúor. Por otro lado, si el anciano tiene una prótesis dental, debe limpiarla a diario. Obviamente, también son necesarias las visitas regulares al dentista.
Como expertos en el cuidado de ancianos en Madrid, sabemos que este aspecto es complicado para muchas personas. Bien sea por pudor o por la dificultad de asimilar sus limitaciones a muchos ancianos les cuesta dejarse ayudar. La actitud del cuidador es clave en estos casos, debe ser comprensivo, pero a la vez hacer entender a las personas mayores la importancia que tiene para su salud el desarrollo de unas correctas rutinas de higiene.