Como profesionales de la fisioterapia a domicilio en Madrid queremos dedicar este nuevo post a repasar una serie de síntomas que nos pueden ayudar a detectar el Parkinson de forma temprana.
La enfermedad de Parkinson se caracteriza por la falta de producción de una sustancia química en el cerebro, la dopamina. Esta es la responsable de ayudar a los movimientos del cuerpo y de regular el estado de ánimo de las personas. El Parkinson es progresivo aunque se puede pautar un tratamiento adecuado y mejorar la calidad de vida.
Hay determinados signos y síntomas tempranos que nos pueden ayudar a reconocer si se sufre esta enfermedad. No podemos olvidar que un diagnóstico temprano puede permitir disfrutar de una vida más larga y saludable.
Lo primero que has de tener en cuenta es que los signos y síntomas de la enfermedad de Parkinson no tienen necesariamente que ser los mismos en todos los casos. Las primeras señales pueden ser leves y pasar desapercibidas. En Servisalud te recordamos que los síntomas suelen comenzar en un lado del cuerpo y continuar empeorando en ese lado, aunque empiecen a afectar al otro.
Signos de alerta
Temblores
En concreto, en dedos, manos, mentón o labios. También pueden temblar las piernas al sentarse o relajarse. Los temblores o contracciones en las extremidades son síntomas tempranos y comunes del Parkinson.
Lentitud en los movimientos (bradicinesia)
La persona puede notar que sus pasos son más cortos cuando camina, que le cuesta levantarse de una silla o que arrastra los pies mientras intenta caminar.
Problemas al escribir
Puede pasar que, al escribir a mano, notemos que nos queda una letra más pequeña de lo habitual o que se juntan más las palabras. Cuando es un cambio radical y repentino puede ser un síntoma temprano de la enfermedad de Parkinson. A veces, el modo de escribir cambia según envejecemos. Puede deberse a que las manos o dedos se ponen rígidos o a la pérdida de visión. Sin embargo, si estos cambios suceden repentinamente debemos preocuparnos y analizar la situación.
Pérdida del olfato
Las personas que empiezan a desarrollar esta enfermedad pueden notar que no huelen ciertos alimentos como antes. Afecta a olores fuertes, como por ejemplo, los de los encurtidos.
Problemas de sueño
Estas personas pueden empezar a tener problemas para conciliar el sueño. De hecho, los movimientos repentinos durante el sueño profundo pueden ser señales tempranas de la enfermedad de Parkinson.
Dificultad al caminar o moverse
Otras señales de alerta temprana son la rigidez en el cuerpo, en brazos o piernas. Puede aparecer, además, dolor en la cadera y en los hombros. Hará falta un diagnóstico certero ya que estos síntomas también pueden ser indicativos de un cuadro de artritis. Los músculos rígidos pueden doler y limitar la amplitud de movimiento.
Cambios en el volumen de la voz
Los cambios en el volumen de la voz pueden ser un signo de la enfermedad de Parkinson. Pueden darse, además de dificultades en el habla, también en la deglución. En estos enfermos, el habla puede ser en un solo tono en lugar de tener las inflexiones habituales.
Falta de expresión facial
A esto se suma la falta de parpadeo, signo muy común de la enfermedad de Parkinson. Algunos medicamentos pueden provocar esta circunstancia. De todos modos, estos síntomas deben desaparecer tras acabar el tratamiento. Si no, habrá que explorar las razones.
Mareos o desmayos
Pueden ser síntomas de una presión arterial baja, algo relacionado con la enfermedad.
Cómo actuar
Es clave la evaluación de un neurólogo, médico especialista en el cerebro. Este hará una evaluación completa de los síntomas. Si lo estima oportuno, recomendará al paciente que haga terapia ocupacional, algún tipo de ejercicio físico adaptado o trabajos relacionados con el lenguaje con un logopeda.
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