cuidado de personas mayores madrid

Como profesionales del cuidado de personas mayores en Madrid queremos dedicar este post del blog a hablar de algo tan importante estos días como es evitar golpes de calor en este grupo de la población, especialmente sensible a las altas temperaturas que ya se están empezando a registrar en varias zonas del país. 

En verano hay que vigilar más que nunca que los mayores estén correctamente hidratados. ¿Por qué acusan más las altas temperaturas? Las respuestas son variadas: 

  • Debido a las disfunciones del sistema termorregulador. Esto provoca que las personas mayores sean menos conscientes de los cambios de temperatura y reaccionen más tarde.
  • Por no darse cuenta de estar perdiendo líquidos por la sudoración y por evaporación, un riesgo añadido de deshidratación ya que no tienen tanta sensación de sed.
  • Por la presencia de algunas enfermedades y los medicamentos que se toman para su tratamiento. 

Más susceptibles los mayores de 60 años

Según va aumentando la edad, las personas son más susceptibles de sufrir un golpe de calor. De todas formas, puede darse el caso de que personas menores de 60-65 años con enfermedades neurodegenerativas, psiquiátricas o crónicas lo sufran igualmente. 

Desde la Sociedad Española de Geriatría y Gerontología (SEGG) recuerdan que hay factores que aumentan el riesgo de padecer golpes de calor. Por ejemplo, algunas dolencias crónicas, el sobrepeso o la ingesta de determinados medicamentos. 

El organismo suele mantener una temperatura corporal estable de entre 36 y 37 grados. Hablamos de golpe de calor cuando se superan los 40 grados y el cuerpo no es capaz de eliminar ese exceso de calor. Es entonces cuando sobreviene lo que se conoce como hipertermia. En este punto,  los mecanismos de regulación térmica del cuerpo son superados y el organismo ya no puede responder ante las altas temperaturas.

La hipertermia o golpe de calor puede tener consecuencias muy graves. Por eso hay que prestar especial atención a los síntomas durante el verano para combatirlo a tiempo. Existe un alto riesgo de deshidratación si no se reemplazan correctamente los líquidos que se pierden a causa de las altas temperaturas. Ante un cuadro de deshidratación la presión arterial baja, aparece debilidad y a veces calambres musculares. 

Síntomas de un golpe de calor

Suele ser consecuencia de una exposición a altas temperaturas durante un largo periodo de tiempo. Las señales pueden ir desde cierto grado de somnolencia, a dolor de cabeza, hipertermia, piel caliente y enrojecida, náuseas, desorientación temporoespacial, disminución del nivel sensorial y de conciencia, confusión o convulsiones. En Servisalud insistimos en que hay que intervenir de inmediato para que la persona no sufra secuelas o llegue incluso a fallecer. 

Queremos dejar claro que, para que se dé un golpe de calor, no es preciso que se alcancen altas temperaturas, por encima de los 38,5ºC. Puede haber una acumulación de varios días con temperaturas entre 36,5ºC y 38,5ºC que produzcan en el organismo una fatiga acumulativa.

Consejos para evitar golpes de calor

  • Beber 2 litros de agua al día como mínimo. Se puede alternar con infusiones, gelatinas y leche.
  • Por cada grado que aumente la temperatura ambiente o corporal (por encima de los 38ºC) hay que tomar un vaso de agua que contrarreste los efectos de la sudoración.
  • Aligerar las comidas para que la digestión sea más sencilla. En el caso de los mayores, hay que aumentar el consumo de alimentos ricos en líquidos, tomar zumos, yogures, cremas frías o ensaladas. Hay que tenerlo en cuenta a la hora de diseñar los menús de estas personas. 
  • Si la persona sufre diarrea o vómitos hay que suplir la pérdida de líquidos y electrolitos ingiriendo más agua.

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